domingo, 17 de enero de 2010

Nunca


Aprenderé a escribir palabras en el viento, a esconder mensajes bajo la lluvia. Hablaré con el sol para transmitirle mi calidez a sus rayos cuando bañen tu cuerpo al amanecer. Mis labios acariciarán tu rostro cuando las gotas de agua se deslicen sobre él, y serán mis manos las que sientas abrigar tu piel bajo las sábanas en las noches frías. Nunca permitiré que mi ausencia entristezca tu mirada, que tu luz se apague en un rincón de tu habitación ni que la soledad te haga olvidar mi rostro.

No se desvanecerá la llama que nació el día en que nuestras miradas se cruzaron por primera vez.

Nunca dejaré de ser parte de ti, como tú lo eres de mí...

...derah...

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