martes, 13 de enero de 2009

Noche lluviosa


La noche era fría y lluviosa, las calles se mostraban más solitarias de lo usual. Caminábamos de forma acelerada, con intención de no permanecer bajo la lluvia más de lo necesario.

Mi único pensamiento era abrazarme a su cuerpo bajo una cálida manta y hacerle entrar en calor. Una mirada irrumpió mis pensamientos, ya habíamos llegado a nuestro refugio. Fue él quien cogió mi mano y me condujo hacia el interior.

No tardamos en deshacernos de nuestras húmedas ropas y cobijarnos en el interior de la cama. Nuestros cuerpos permanecieron enlazados, intentando a duras penas arrancarle calor a aquella fría habitación. Mis labios besaron los suyos y sus manos comenzaron a deslizarse alrededor de mí, acariciándome la espalda hasta llegar a mi cuello. Sus dientes no tardaron en anclarse a él, estremeciendome del placer. Bastaron un par de minutos más para que ambos dejaramos de sentir frío alguno. Su cuerpo se erguía sobre el mio, podía sentir cada uno de sus movimientos y su mirada clavándose en mí.

La lluvia no se detuvo hasta el amanecer...

...derah...

1 comentario:

xikitas dijo...

Muy bonito Derah!!!
Como siempre muy inspirado