-Puede que no estuvieramos destinados a estar juntos en esta vida.
-Yo no creo en el destino, ¿y tú?
-Tampoco. Además, sólo de tu mano he conocido la verdadera felicidad.
Y juntos desafiaron al destino del que tanto se habla y se unieron sin importar más palabras. Se querían y eso bastaba.
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